Archive for agosto, 2009

Parece que el futbol no necesita Internet

agosto 22nd, 2009 by genisroca

messiPese al parón general de cada agosto los medios no han dejado de hablar de futbol, y dado que no había partidos nos han hablado de fichajes. Increíbles contrataciones marcadas por cifras multimillonarias.

Los dirigentes futbolísticos siempre argumentan que los importes pagados por un jugador no son un gasto sino una inversión, y que una manera importante de amortizarlos son los retornos en concepto de explotación de imagen. Es decir, que la explotación de la identidad pública de un jugador es algo que ha de rendir unos ingresos importantes.

Y es en este contexto que parece mentira que estos mismos dirigentes aún no hayan incorporado plenamente la nueva realidad digital en sus estrategias de gestión de la marca, tanto si es la del club como la de un jugador. Probablemente sea un nuevo ejemplo de aquella brecha digital que tanto nos preocupa, la que es especialmente grave porque afecta a los que han de tomar decisiones. Gente que sabe hacer powerpoints, pero que aún no ha entendido el papel que debe jugar Internet en toda estrategia.

Por ejemplo, en Facebook hay cientos de páginas dedicadas a la figura de Leo Messi. Destacan dos: una con más de un millón de fans y otra con más de setecientos mil . Pero, ¿cuál es la buena?, ¿cuál es la oficial?. ¿Ni el club ni sus representantes han aprendido todavía cómo dejar claro cuál es la buena?, ¿ni han encontrado la manera de hacer descender la importancia de las no oficiales?, ¿ni han aprendido a incorporar Facebook en su gestión de la marca “Leo Messi”?. ¿Y las páginas web?. La página oficial de Leo Messi está en obras y en cambio funcionan sin problemas un montón de páginas que parecen oficiales pero no lo son (como esta, esta, o esta). Y si vamos a Twitter encontramos el mismo desaguisado, hay un par de usuarios “Leo Messi” con unos mil followers, pero lo remarcable es que hay un usuario LMessi  con casi 3.000 followers pese a no haber hecho nunca ningún tweet. El conjunto es patético. Con lo que Leo gana cada mes, debería invertir un poco en despedir a los que se ocupan de su imagen en la red. Le están robando. Y en lo que respecta al Barça, revisar dentro de su equipo de márqueting quién se está ocupando de lo digital de sus megaestrellas. Da pena.

Evidentmente, sucede lo mismo con Cristiano Ronaldo (centenares de grupos en Facebook entre los que destacan uno con casi dos millones y medio de fans y otro con casi un millón), Ibrahimovic, Iniesta, Raúl… parece que no hay ningún jugador mediático que tenga el tema ordenado. No lo entiendo, pero es lo que hay.

Las páginas oficiales de los clubs tampoco ayudan. Si bien es cierto que utilizan sus webs como diarios oficiales para comunicar sus novedades, y que las mantienen en múltiples idiomas, ningún equipo de primera división ofrece algún índice de la identidad digital de sus jugadores. Al lado de la ficha de cada jugador además de la altura, el peso y el lugar de nacimiento debería haber el enlace a sus recursos digitales oficiales: web, facebook, youtube, twitter y lo que haga falta. En cambio, los aficionados tienen que ir por su cuenta y riesgo a la red a intentar descubrir ellos solos cuál es el mejor recurso para seguir a su jugador preferido, con el riesgo de que acaben optando por una fuente que no sea la voz oficial del jugador. Si los clubs no saben cómo hacerlo podrían limitarse a copiar lo que hace TV3, que tiene una página índice para encontrar los recursos oficiales en los diferentes social media de sus programas y personajes.

Ya traté este tema en julio en Catalunya Ràdio y allí reflexionamos sobre esto y sobre lo que significa ser aficionado de un club en tiempo de redes. ¿Los clubs están preparados para atender a sus socios y seguidores en la red?, ¿gestionan correctamente los activos digitales de su patrimonio?, ¿tienen un plan para gestionar el asociacionismo y lo que serán las peñas digitales?.

Parece mentira que un negocio basado en la explotación de la imagen tenga un agujero tan grande en Internet.

Etiqueta, ética y métrica en las redes sociales

agosto 15th, 2009 by genisroca

10MTodos percibimos la necesidad de ser solventes en lo digital y de incorporarnos a Internet, un espacio social que en poco tiempo ha tomado tanta fuerza que ya no hay ciudadano de a pie, empresa ni político, ni estrategia ni modelo de negocio, que pueda considerarse al margen de lo que suceda en este nuevo territorio. Y como pasa con todo nuevo territorio, éste también ha tenido sus descubridores y sus pioneros, personas que han explorado antes que el resto el desarrollo y el uso de nuevas herramientas como los blogs o los wikis, y han hecho serias incursiones en la redefinición de conceptos estructurales como la propiedad, la participación o la identidad. Pero también ha aparecido de forma más o menos espontánea un conjunto de normas y convenciones sobre cómo debe ser nuestra conducta en esta Internet social. Lo que está bien y lo que está mal.

Las primeras normas no escritas que percibí se construían alrededor de las herramientas. Por ejemplo hubo bastante dogmatismo alrededor de los blogs, incluso hubo caza de brujas contra los primeros que se atrevieron a poner publicidad en ellos, o decidieron no aceptar comentarios, y aún hoy parece existir una norma no escrita sobre cuál debe ser la frecuencia de publicación de un blog: dicen que escribir poco, como es mi caso, está mal hecho. Lo que está bien y lo que está mal.

Lo que empezaron siendo normas de etiqueta (cita las fuentes, enlaza, acepta comentarios, participa de la conversación…) dió pie a normas de ética (no pongas anuncios, no encubras objetivos comerciales, se transparente…), pero la masificación de los blogs ha hecho que muchas de estas normas no escritas hayan perdido fuerza y ahora tenemos de todo: blogs con publicidad, blogs que no aceptan comentarios, blogs que no tienen ningún criterio de periodicidad, blogs que secretamente están al servicio de una empresa… Cosas que están bien y cosas que están mal.

El boom de las redes sociales ha dado pie a otro paquete de normas no escritas, referido sobre todo a los criterios con los que debes incorporar o no a otras personas en tus distintas redes. ¿Es correcto aceptar en alguna de tus redes alguien a quien no conoces?, y de nuevo rozamos con la etiqueta digital. Me pongo como ejemplo: participo en bastantes actos públicos, a menudo como conferenciante, y en ocasiones tras alguna de mis intervenciones recibo una solicitud de amistad en Facebook de alguno de los asistentes. No le conozco, ni tan siquiera nos han presentado. Sencillamente estaba allí, le gustó (o no) lo que oyó y se me presenta vía Facebook. ¿Debo aceptarlo?. No le conozco, por tanto no debería. Pero no hacerlo me parece sumamente descortés. Haga lo que haga incumpliré alguna norma no escrita sobre lo que está bien y lo que está mal.

Últimamente he seguido con interés ciertas opiniones sobre los followers en Twitter. Me ha sorprendido descubrir un cierto consenso en considerar descortés no seguir a quién te está siguiendo. Si esto es así soy un maleducado ya que en Twitter tengo más de 1.300 followers pero yo sólo sigo a unos 140. Miraré de enmendarme, pero con esto llegamos a un nuevo ingrediente: la métrica. Cuando el dato cuantitativo es un indicador de tu etiqueta social. Las redes sociales han dado un peso excesivo al dato cuantitativo y han contribuido a generar una jerarquía absurda basada en el tamaño: es absolutamente falso inferir que si tienes 1.300 followers en Twitter eres más relevante, interesante, simpático o pertinente que alguien que tenga 85 followers. Y considero igualmente absurdo usar ese dato numérico para inferir si eres una persona bien o mal educada.

Internet es un espacio social, y lo realmente relevante es saber qué tipo de actividad social quieres desarrollar. Cuáles son tus objetivos, cuáles las herramientas más adecuadas, y con quién y para qué quieres relacionarte. Será muy diferente si el uso es particular o empresarial, esporádico o permanente, interesado o desinteresado, con familiares o con compañeros de trabajo, con amigos o con clientes… el camino a seguir está marcado por la suma de estos ingredientes, más tu manera natural de hacer las cosas y un cierto sentido común. Y sobre todo tus objetivos: haces las cosas por algo. Por lo tanto, muchas de las normas no escritas son de difícil aplicación universal, porque afortunadamente en la red confluyen personas con múltiples y distintos intereses. Hay muchas razones para estar en Facebook (y también para no estar): por ejemplo reencontrar antiguos amigos o ampliar el networking profesional. Y lo mismo para Twitter: para estar al día de lo que hacen mis amigos, o para fortalecer mi presencia en los social media. Esas razones son las que tienen que marcar nuestra manera de proceder, y no unas normas no escritas. La única normativa a aplicar debe ser el estricto cumplimiento de la ley.