La tecnología es una milonga
La tecnología es una milonga. Eso es lo que necesitan creer, o entender, muchos directivos para lograr superar los tiempos que se avecinan.
Porque en el fondo la piedra filosofal que transforma los tiempos que se nos avecinan no es sólo la tecnología, sino sobre todo la actitud. Hay quien cree que dispone de los elementos necesarios para reinventarlo todo, para atreverse a todo; y por el contrario hay quien vive estos tiempos con la sensación de que llega tarde, que todo es muy complicado y que está superado por los acontecimientos.
Hay quien aprovecha las actuales posibilidades y va incluso más allá de las normas, lucha, provoca, explora, muerde, inventa. Y por contra hay quien resiste, aguanta, protege, conserva, mantiene. Los primeros tienen ventaja ya que el actual entorno les aporta constantemente más y más munición: nuevos dispositivos, nuevos recursos, nuevas herramientas, nuevos contextos: un terreno abonado para todos aquellos dispuestos a reconsiderar las maneras de hacer. Los negocios siempre se han basado en trasladar una oferta a una demanda, o en saber detectar una demanda y proponer una oferta. Y para eso hacía falta un cierto control o de la oferta o de la demanda. Y de repente aparecen nuevas maneras de vertebrar tanto lo uno como lo otro.
AirBnB o Uber son una nueva manera de armar la oferta, de construir el catálogo. Lo que hubiera dado el inventor de AirBnB por poder gestionar las habitaciones de los hoteles Hilton del mundo. Lo que hubiera dado el inventor de Uber por poder disponer de los taxis de Barcelona. Lo que pasa es que al gestor de la cadena Hilton no se le ocurrió pensar como al inventor de AirBnB. Y al responsable de una empresa de taxis de Barcelona no se le ocurrió pensar como al inventor de Uber. Partían de marcos mentales distintos. Unos tenían ganas, muchas ganas, y los otros estaban acomodados, muy acomodados. O se sentían protegidos por alguna ley. Y la nueva tecnología disponible permite cosas a los que tienen ganas. Como las hubiera permitido a los acomodados si hubieran tenido ganas. Pero es difícil buscar comida obsesivamente cuando estás saciado, eso es más propio de los hambrientos.
Lo digital no depende de si eres capaz de adoptar una determinada tecnología –no tengo ninguna duda de que la cadena Hilton tiene mejor tecnología, y más cara, que AirBnB–, depende sobre todo de si eres capaz de abordar el problema desde otra perspectiva. Y esa otra perspectiva depende de si eres capaz de dar otro rol al que hubiera sido tu cliente (o tu proveedor), de si eres capaz de escalar sin construir una organización compleja (y distribuir tareas y negocio también fuera de tu entorno), de si eres capaz de reunir un grupo de gente dispuesto a reconsiderarlo todo (incluido el marco normativo si es necesario). No depende de la tecnología. Depende de la cultura.
Lo digital es cultural. De ahí que el cambio sea tan serio, y tan inaccesible para algunos (pese a tener mucho dinero, o mucha necesidad).
Genís Berbel
Parafraseando a Peter Drucker en su famoso: «culture eats strategy for breakfast» podriamos decir que: «culture eats technology for lunch»
Saludos Genís !
Oct 4th, 2014 at 7:03 pm
Manel Muntada [cumClavis]
Molt encertat Genís, s’ha de treure el focus del “com es fan les coses” per centrar-lo, en el propòsit del “perquè es fan” i, sobre tot, en “qui les fa”. Al final, darrere de qualsevol decisió, sempre hi ha una persona amb unes creences, valors, desitjos i pors… Una abraçada!
Oct 5th, 2014 at 10:28 am
Gabriel García Blazicevic
Genís,
Muy interesante artículo!
Como bien dices:lo digital es cultural!
Comentarte que actualmente soy el Community Manager en Ernesto Olivares Visual Information, puedes dar un vistazo a nuestro material en http://www.ernestoolivares.es
Saludos cordiales,
Feb 4th, 2015 at 4:11 pm
Juan
Interesante el post..gracias
Mar 15th, 2015 at 3:07 am