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Entrevista en la revista «Valors»

enero 9th, 2009 by genisroca

ValorsHace unos días Marc de San Pedro me propuso ser entrevistado en la revista Valors, una de esas iniciativas que vuelve a confirmar que Mataró es una ciudad diferente, dotada de un dinamismo tanto oficial como ciudadano que hace posible proyectos muy singulares y envidiables. Fue todo un placer, y la entrevista hecha por Joan Salicrú ya está publicada en la red (en catalán) y pronto saldrá en la edición impresa. Los propios Joan y Marc han reproducido el texto de la entrevista en sus blogs, y otros como Joan Antoni Barón (alcalde de Mataró), Ramon Bassas o Sílvia Cobo se han hecho eco de ello.

Joan Salicrú se ha visto obligado a editar las respuestas para hacerlas caber en el espacio disponible en la edición en papel de la revista, y me he sentido muy cómodo (y agradecido) con el resultado. Me permito compartir aquí el texto, traducido al castellano y en su versión íntegra previa a la edición:

¿Cree que exageramos sobre la influencia de Internet, las redes sociales y los ordenadores en nuestra vida?

Justo al contrario, creo que aún hay bolsas (de gente, de empresas, de sectores…) que no han acabado de entender lo que esto va a suponer. Hay quien todavía lo ve como tecnología mientras que lo realmente relevante es social. No se trata de internet ni de ordenadores, sino de personas. De cómo la gente habla y se relaciona, como se organiza y moviliza, como aprende y enseña, como se educa y se divierte… estamos ante un nuevo contexto socioeconómico: mucha más información, muchas más fuentes de información, libre circulación de ideas y personas, ciudades más masificadas, mercados globales, popularización de la tecnología… lo que está pasando en Internet es sólo la punta de lanza, pero lo que realmente está sucediendo es que la gente está hallando nuevas maneras de socializarse. Y socializarse siempre ha sido algo interesante y deseable. Nos hace más humanos.

La evolución humana está marcada por aquellos momentos en que hay cambios significativos o bien en los modelos sociales (cómo nos relacionamos) o bien en los modelos económicos (cómo somos más competitivos para ganarnos la vida). Nuestra historia está marcada por la capacidad de hacer herramientas (primero con piedras, luego con madera y más tarde con metales), por el descubrimiento de la agricultura y la domesticación de las especies, el vapor, la electricidad… y cada uno de estos avances tuvo una consecuencia social (el sedentarismo, la democracia…)

Estoy convencido de que los tiempos de Internet se han de leer en esta clave de cambio social realmente importante. Cambia como nuestros hijos se relacionan entre ellos, cambian como estamos en contacto con nuestros colegas, cambia como las familias se mantienen en contacto pese a las grandes distancias, cambia como la información llega a nuestro hogar, cambia como participo y como hago saber mi opinión…

No. No creo que estemos exagerando. Al contrario, me preocupa como muchos de nuestros dirigentes están diseñando hoy nuestro medio y largo plazo sin haber entendido todavía este fenómeno ni sus consecuencias.

 

Ya hace unos quince años que Internet irrumpió en nuestras vidas, después vino el correo electrónico, más tarde los blogs y aún más tarde instrumentos 2.0 como YouTube o Twitter. ¿Cree que vamos asimilando lo que suponen estos inventos?. Es decir, ¿sabemos que uso dar a cada cosa o aún sufrimos una cierta fascinación y alucinación por estos instrumentos?

Es muy difícil que lo estemos asimilando, porque no es sencillo. Todo es muy nuevo y aún son muy pocas las cosas que podemos considerar consolidadas. Estamos entrando en lo que podríamos llamar “sociedad red”, una época en que las maneras de relacionarse y las lógicas de cómo se genera y se distribuye la información están cambiando. Ante este fenómeno necesitamos nuevas herramientas, pero sobre todo nuevas habilidades y nuevas actitudes.

Acabamos de dejar atrás una etapa en la que todo el mundo hablaba de los aparatos. De los PCs, de los procesadores, de la memoria RAM, de los módems, del ADSL… si tenías un AT o un Pentium, o si tu monitor era de fósforo verde o de colores. Ahora ya casi nadie habla de esto y lo podemos dar casi por asimilado. Superados los aparatos, ahora todo el mundo habla de los servicios: Google, YouTube, Twitter, Facebook… cada día hay uno nuevo y es un verdadero esfuerzo intentar estar al día para saber qué son y para qué sirven. Aún habrá más que hoy no podemos ni imaginar, y también desaparecerán muchos. Pero lo realmente relevante será cuando también superemos esta fase y hablemos ya de actitudes. Lo relevante de YouTube no es que cualquiera pueda publicar un video, sino que hay gente con la actitud de compartir… y hay quien lo lleva sólo al ámbito profesional pero hay otros que lo llevan hasta el ámbito personal. Es decir, diferentes actitudes. Gente que ve normal que cualquiera pueda escribir lo que quiera en Internet y otros que creen inadmisible que cualquiera pueda hablar de ellos en la red sin su consentimiento.

Creo que la digitalización y la conexión en red son dos atributos ineludibles de nuestro futuro, y si bien es cierto que esto comportará nuevos instrumentos (atención a los dispositivos móviles que llegarán) y nuevos servicios (ahora está de moda Facebook y Twitter, pero vendrán otros), lo más relevante serán las nuevas habilidades y las nuevas actitudes. Gente que trabaja en red (si es necesario, con desconocidos), que comparte dudas y opiniones, que gestiona tanto la sincronía como la asincronía… todo ello requerirá un aprendizaje lento, ya que como decíamos antes, se trata de algo social y no sólo tecnológico. Siempre es más difícil modificar las maneras de hacer que no la formación técnica en una herramienta o un aparato.

 

¿Qué efectos positivos pueden tener redes como Facebook?, ¿y cuáles de negativos?

Las redes sociales como Facebook permiten que la gente se pueda encontrar y reunir. Y este ha sido siempre un deseo muy humano. Antiguos alumnos de una determinada escuela que se reencuentran gracias a la red un montón de años más tarde, o seguidores de un club de futbol que encuentran un espacio donde discutir las alineaciones y celebrar o llorar los resultados, o miembros de un mismo gremio u oficio que pueden comentar detalles de su profesión. Espacios como Facebook permiten esto, encontrarse y organizarse, y esto es positivo sin ningún tipo de duda.

Ahora bien, creo que las redes sociales son una moda que pasará. Todo el mundo está en ellas pero no todos saben por qué. Hay quien está por qué cree que no estar le delata como alguien que no está al día, otros están sencillamente porque sus amigos están… y muy pocos están ahí para dar salida a un objetivo concreto. Hay mucha gente en Facebook que en realidad no necesita ninguna red social. No quiere un lugar de encuentro ni tiene un objetivo compartido que pueda resolver con un grupo más grande de gente en la red. Está por estar. Cuando pase un poco la moda la cosa se ajustará a unos parámetros más normales y las redes sociales serán más especializadas y tendrán objetivos (personales, profesionales…) más específicos.

 

¿Estas tecnologías tienen el mismo impacto en el mundo urbano que en el rural?. ¿Cómo puede ayudar a abrir sociedades cerradas, sobretodo del mundo rural?

Hubo un momento en que el acceso a Internet requería utilizar aparatos bastante extraños, y no todo el mundo tenía acceso a ellos. Se habló mucho de la brecha digital (el “digital divide”), es decir, del riesgo de que se configuraran dos sociedades: la que tenía acceso a Internet y la que no, y se invirtió mucho dinero en conseguir que todos los territorios, por remotos que éstos fueran, tuvieran acceso a Internet. Después se habló de alfabetización digital y se hicieron programas para que todo el mundo aprendiera a utilizar un ordenador y un procesador de textos o una hoja de cálculo. De aquella época aún nos ha quedado la imagen de que las zonas rurales tienen menos capacidad para asimilar este tipo de avances, igual que aquellos sectores menos favorecidos de nuestra sociedad. Pero la realidad cambia muy rápidamente. Si vais a un locutorio por ejemplo del Raval veréis magrebíes o colombianos videoconferenciando con sus familiares, utilizando telefonía IP con toda normalidad, cuando aún hay muchos de nuestros ejecutivos que aún no han hecho nunca una videoconferencia.

Actualmente en Japón el dispositivo más utilizado de acceso a Internet ya no es un ordenador, sino un dispositivo móvil. Todos los teléfonos móviles tienen acceso a Internet. Todo el mundo (o casi) tiene un teléfono móvil. Todos los territorios (o casi) tienen cobertura de telefonía móvil. Todos los servicios (Google, Facebook, Twitter….) tienen versiones para dispositivo móvil… es decir, muy pronto no habrá demasiados problemas ni técnicos ni formativos que justifiquen que un territorio o un segmento de la población tengan mejor o peor acceso a la red. Por tanto, el quid de la cuestión serán los usos. Qué problemas se resuelven mejor gracias a la tecnología, vivas en un pueblo del Pirineo o en pleno centro de la Rambla de Sabadell.

 

¿Es correcta la educación en nuevas tecnologías que están recibiendo actualmente los más pequeños?

Decididamente no. Como dice Alan Kay del MIT: “una tecnología sólo es tecnología si tu naciste antes que ella”. Para nuestros hijos un ordenador, un DVD o un escáner no son tecnología, de la misma manera que para nosotros tampoco lo es una tele o un teléfono pero si lo era para nuestros padres, que a su vez no veian la luz o la radio como tecnología pero sí nuestros abuelos. Además, hoy en día lo más probable es que cualquiera de nosotros tenga un mejor equipo informático en casa que en el trabajo (y hasta hace poco era justo al revés), y lo mismo pasa con nuestros hijos: a menudo tienen mejor equipamiento en casa que en la escuela.

Nuestros hijos no necesitan formación en tecnología, sino habilidades digitales. Aprender a buscar en Internet, aprender a decidir cuál de las múltiples fuentes de información será la más correcta, aprender a detectar cuando una web o un fichero pueden contener un virus, en qué casos no es prudente dar tu dirección de correo electrónico, y un largo etcétera muy diferente a las actuales sesiones de aprender Word o Excel, o qué es RAM y ROM. Hoy no dejan entrar a nuestros hijos en el aula con el teléfono móvil, pero pronto éste será el instrumento con el que los alumnos harán sus trabajos, ya que en lugar de un texto sobre Joan Miró les pedirán un video… y la cámara para filmar es el teléfono móvil.