Las leyes fundamentales de la estupidez humana

septiembre 10th, 2007 by genisroca

Carlo M. Cipolla
“Tengo la firme convicción, avalada por años de observación y experimentación, de que los hombres no son iguales, de que algunos son estúpidos y otros no lo son.”
Carlo M. Cipolla
(1922-2000)

En estos días de redes sociales, innovación y cambio; y de web 2.0, economía de la atención y construcción de confianza, han vuelto a mi las inexorables Leyes fundamentales de la estupidez humana dictadas en 1988 por el brillante Carlo M. Cipolla (1922-2000) en su obra Allegro ma non troppo. Estas leyes son indispensables e intentar ignorarlas es un error grave, y más en estos tiempos de blogosfera indiscriminada.

Las leyes fundamentales de la estupidez humana

La Primera Ley Fundamental: Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo.

La Segunda Ley Fundamental: La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.

La Tercera Ley Fundamental: Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio.

La Cuarta Ley Fundamental: Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.

La Quinta Ley Fundamental: La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado.

Categorías fundamentales de personas

Todos los seres humanos están incluidos en una de estas cuatro categorías fundamentales: los incautos, los inteligentes, los malvados y los estúpidos.

Los Incautos: Podemos recordar ocasiones en que un individuo realizó una acción (es decisivo que sea él quién la inicie), cuyo resultado fue una pérdida para él y una ganancia para nosotros: habíamos entrado en contacto con un incauto.

Los Inteligentes: Igualmente nos vienen a la memoria ocasiones en que un individuo realizó una acción de la que ambas partes obtuvimos provecho: se trataba de una persona inteligente. Una persona inteligente puede alguna vez comportarse como una incauta, como puede también alguna vez adoptar una actitud malvada. Pero, puesto que la persona en cuestión es fundamentalmente inteligente, la mayor parte de sus acciones tendrán la característica de la inteligencia. En determinadas circunstancias una persona actúa inteligentemente, y en otras circunstancias esta misma persona puede comportarse como una incauta. La única excepción importante a la regla la representan las personas estúpidas que, normalmente, muestran la máxima tendencia a una total coherencia en cualquier campo de actuación.

Los Malvados: Todos nosotros recordamos ocasiones en que, desgraciadamente, estuvimos relacionados con un individuo que consiguió una ganancia causándonos perjuicio a nosotros: nos encontramos frente a un malvado. Existen diversos tipos de malvados; el malvado perfecto es aquél que con sus acciones causa a otro pérdidas equivalentes a sus ganancias. Otro tipo de malvados son aquellos que obtienen para sí ganancias mayores que las pérdidas que ocasionan en los demás, esos son deshonestos y con un grado elevado de inteligencia, pero la mayoría de los malvados son individuos cuyas acciones les proporcionan beneficios inferiores a las pérdidas ocasionadas a los demás. Este individuo se situará muy cerca del límite de la estupidez pura.

Los Estúpidos: Nuestra vida está salpicada de ocasiones en que sufrimos pérdidas de dinero, tiempo, energía, apetito, tranquilidad y buen humor por culpa de las dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que, en los momentos más impensables e inconvenientes, se le ocurre causarnos daños, frustraciones y dificultades, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con sus acciones. Nadie sabe, entiende o puede explicar por qué esta absurda criatura hace lo que hace. En realidad no existe explicación -o mejor dicho- solo hay una explicación: la persona en cuestión es estúpida. La mayoría de las personas estúpidas son fundamentalmente y firmemente estúpidas, en otras palabras, insisten con perseverancia en causar daños o pérdidas a otras personas sin obtener ninguna ganancia para sí, sea esto positivo o negativo. Pero aún hay más. Existen personas que con sus inverosímiles acciones, no solo causan daños a otras personas, sino también a sí mismos. Estas personas pertenecen al género de los superestúpidos.


7 Responses to “Las leyes fundamentales de la estupidez humana”

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  1. 1

    carlos blanco

    me ha gustado la definición de estúpido, conozco a varios pero seguro que subestimo el número.

  2. 2

    Fuman Txu

    Faltan los vengativos, las víctimas, los inocentes, los verdugos… Faltan muchos para catalogar a la especie humana en solo cuatro tipologías.

    Como gancho para un título de libro sirve, como tesis no se aguanta por ningún lado. Claro que como los estúpidos comen con la vista la cantidad de clientes es ilimitada.

    Fuman Txu

  3. 3

    genisroca

    Ciertamente, no hay ninguna clasificación sencilla que pueda ordenar correctamente un sistema complejo, y menos aún el humano. Pero siempre es útil saber qué es un estúpido y recordar que los hay a montones. Y mejor aún si se hace con sentido del humor.

  4. 4

    sasit

    Una definicón interesante, aunque sea una simplificacón de un sistema complejo. Creeís que es posible reconvertir a un estúpido ? o es mejor ni intentarlo ?

  5. 5

    genisroca

    Pues no lo sé. Pero soy de los que creen que entre los 35 y los 75 (de edad) la gente no cambia. Como mucho evoluciona, y las evoluciones de un estúpido pueden ser peligrosísimas ya que supongo más probable convertirse en malvado que en inteligente. Yo, por si acaso, no me quedaría cerca de un estúpido intentando cambiarlo.

  6. 6

    Sunde

    maravillosa sinopsis.

  1. 1

    El semanal de anotaciones (otoño 07, 1er domingo) » los sueños de la razón

    […] con las recomendaciones con una lucidísima reflexión sobre la estupidez que encontré en genís roca, una historia sobre la inteligencia creativa en Libro de Notas y, otra vez, la reflexión gráfica […]

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